lunes, 3 de junio de 2013

Vacío accidental


Cuando ciencia y poesía convergen en el mar de conexiones invisibles, surgen de las probetas efigies cuyo reflejo especular desemboca en ríos de especulaciones. Sencilla superposición mediante traslación, simetría fragmentada por cristales en revolución. Solapamiento imperfecto, quiralidad. Dicotomía de la mano izquierda con su enfrentada mano derecha. Antitética refracción de contornos libres.

Ahora bien, ante la perfección de la esfera, el espejo y su reflejo son parejos. Del reflejo al espectro no hay mucho trecho. Espectros atómicos, fantasmas acromáticos, duendes polifacéticos e incluso demonios teológicos persiguen sombras envueltas en tiniebla. Aparece como salida de la nada la figura del espín. Motín apagado, tumulto acallado, movimiento cristalizado en un giro cuántico. Eventuales proyecciones calculadas en momentos instantáneos. Instantes vectoriales que, lejos de amputar la realidad abstracta, la devuelven en imagen espectacular. Aquella que se revela manifiesta para no rebelarse contra la implosiva lógica, armazón fragilísimo a pesar de su masa.

Así se viste la ciencia parturienta. De significados que no nos alcanzan. Inaccesibles para mentes encasilladas, resignadas por el paso ininterrumpible del tiempo absoluto. Intelecto sumido en el lodo de la información que cae en diluvio. Entendimiento empapado, alud de datos atascados en las tenues conexiones neuronales. Sed inagotable de saber y poder. Desde el exterior, miramos en el retrovisor de nuestra vida las imágenes que engullimos sin reflexión, sin espejo del alma. Los contornos engañan, quedamos atrapados en la red como insignificantes mosquitos. Se acabó el zumbido. Vuelve el silencio truculento. 

 Nos creímos superiores y venció lo minúsculo. Presumimos de grandeza y triunfó lo enano. Nos vanagloriamos de ser fuertes, pero temblamos ante la bomba atómica.



¿Habrá un GPS para tanto razonamiento descarrilado?

1 comentario:

  1. Paradoja de la naturaleza: un mosquito puede matar a millones de personas. Y seguimos buscando entender la infinidad de conexiones de nuestro cerebro. La ciencia moderna y cartesiana se cita con la experiencia de la meditación. J. L.

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A vous de jouer... Les dés sont jetés.

La louve

Ecrivons sur la page Pendant que la mer dégage Si la mère enrage Elle effacera toutes les pages