martes, 27 de agosto de 2013

Mar


Amar       Mar


Marea  Mareo  Marisco 
Maridaje    Mariposa

Amor  
Morreo   Morro  Morir  Mordisco
Morena  Moros y cristianos

viernes, 23 de agosto de 2013

Pioggia

Senti come piove?
Madonna come piove!

...

Peggio, non è pioggia,
è chicco di grandine,
ma propio grande.
Diluvio universale,
alluvione di nuvole.
Seguirono quaranta giorni di pioggia...
Arca di Noè,
fonte di gioia.
Le acque abbondano, scorrono per la schiena
scendono come un flusso continuo.

Ed io appoggiata sul muro
sto aspettando una tregua
oppure l'arcobaleno.
Umidità: nuovo colono della città.
Guarda, son tutta bagnata.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Rastafari


Modas. Algunos siguen tendencias y se preocupan por su apariencia aunque parezca destartalada y descuidada. Los hippies, por poner un ejemplo -el corrector ortográfico no reconoce esta vocable y me propone como alternativa "hipótesis", la tecnología ayuda, pero también despista, nos lleva por otros derroteros- suelen pregonar la libertad. Optan por volver a la madre naturaleza tan sabia y ostentan orgullosos lo que llamamos rastas. Pero para lograrlo deben dedicarle horas, meses, años de descuido cuidadoso, medido y comedido. Lo que se nos ha olvidado es que Bob no debía hacer nada para lucir ese pelo rebelde. El logo del anti-sistema, pelo desmelenado.


Las apariencias engañan. Yo no me fío. Mam Cheikh nos advirtió. Hasta los italianos, tan cristianos nos avisaron: l'abito non fa il monaco. ¡Y cuán razón tienen! Lo mismo ocurre con los devotos, feligreses infelices de tanto pretender. ¡Qué importa! Si vas a misa a confesarte, a escuchar sermones, a demostrar que eres mejor que tu vecino, a mí no me la juegas. Ya tengo mucho mundo recorrido y somos todos igualitos, a pesar de esas diferencias tan despampanantes. No me deslumbras ni con coletas, ni con rastas.

Escucho el viento que ya no sopla, el zumbido del mosquito que ha dejado de incordiar. Silencio plateado, tinto que me embriaga. Qu'importe le flacon pourvu qu'il y ait l'ivresse ! Eso no impide cordura, la del cordero frente a la cabra. El sol se ha retrasado, las olas adormiladas por la ausencia de soplo. Tomaron las armas y se cargaron al shérif.

¿Quién lo mató?  

lunes, 19 de agosto de 2013

Cosa nuestra


¡Con qué orgullo y humor
-propios de latitudes sin rubor-
lanzábamos Spain is different al aire
tal pelotazos con desaire!

Ahora miramos por las piedras
dónde se nos cayó la vergüenza
que aletea como ave rapiña
de boca hacia fuera huye la niña.



Niña fue dulce y gloriosa.
Cayeron chorros de oro de mortero,
diamantes de cristales del cielo,
plata sin ley que cegó al embustero.

Caerán cabezas vespertinas
rodarán sobre suelos acribillados
de silbidos, cacerolazos y demás eventos importados,
dicen que de Argentina.

Tierra conquistada, ventosa semilla,
aguas de la nada, cabos por desatar,
convergencia sin unión, contrastes de nácar,
volvamos al grano de la villanería.

Unos se van con los bolsillos rebosantes
Otros se quedan con los billetes en santo aposento
apostólico y helvético, cajas fuertes
y anónimos clientes.


Italia y Córcega comparten el cariño de las balas
que silencian en sepulturas acogidas por gusanos
al que cae. Ruedan cabezas despachadas,
se borra la pizarra de la memoria, vaho del olvido humano.


Las lenguas son enemigas de la mano negra,
amordazarlas es maniobra de arte, jugada de suegra,
como el café, con veneno y mirada de familia,
noble valor de una derecha deshecha y vencida.

Suenan las campañas de la dimisión
sin retos ni introspección.
El barco se hunde, se apaga la visión
de un futuro con sabor a perdida ilusión.

La cara no se da, las manos no se lavan,
los ojos no ven, el corazón se vuelca,
las rodillas no se doblan, el alma no ahueca,
los dientes no chirrían, los oídos ya no cantan.

martes, 13 de agosto de 2013

Perdonen las molestias


Carretera cortada. Sin previo aviso, así por las buenas. Recuerdo -aunque se sepa que la memoria es una traicionera y más que las palabras, se acomoda, deshilacha, (des)compone, des(a)nuda, (des)viste, disfraza a su antojo- las primeras carreteras para dejar atrás la humareda negra de Pekín -políticamente incorrecto, pero desde la Luna ¿a quién le importa?, incorrecto para el bando de los rojos, mi color, y eso a nadie le va a importar, eterna lucha contra los colonos a mano armada de los pueblos oprimidos que se tornan crueles, venganza plato frío, gazpacho de la vida, purgatorio de la (in)consciencia, bazofia de unas neuronas mal o desconectadas- lisas, negras, anchas, lenguas de asfalto que te engullen para vomitarte mejor. Calzadas para ir descalzos, oscuras, luego, focos y más adelante, nada. ¿Cortada, la carretera? No, inacabada. Y la diferencia es abismal como todo aquello que se enfrenta al quark. O frenas o te matas. Vaya suicidio más tonto. Desprevenidos estábamos: la rutina, esa amiguita algo pegajosa como el calor de verano en una isla. 90% de humedad y toda el agua del cuerpo que se larga. Larguez les amarres. Arrímate que te sigo contando.

Más molestias causan los mosquitos, plaga de larvas mecidas por el agua tardía de junio. Y nadie se disculpa. Se equivocó Cortázar. No hay quien se deshaga de los mosquitos. Están para recordarnos que esto es el purgatorio, sin Virgilio, Beatriz aún por nacer, una forma como otra de lavarse los pies, exhumar penas, aceptar y callar, sin manifestaciones ni escraches. Realidad cruda de carreteras cortadas. Destacadas estocadas. Estancadas creencias, fes despojadas. Atisbo de luz, semblante de individualidad maquillada. Se nos pasó la hora, desdicha de nuestra condición malrauxiana, una y contenida en fronteras de lápiz indeleble o tizas de polvo sucio, sudor del alma, cansancio de la memoria a la que no podemos atrapar. Ni Bolt, ni su nuevo rival pueden dejar el tiempo atrás, se nos escapa por las rendijas del desconocimiento, no hay tu madre.

Y yo aquí, frente al mar azul, salida de la nada, out of the blue, tumbada en una hamaca turquesa, oro de la tierra, de la abundancia, de la cosecha, de la vida, ¿no? Delicia egoísta, tiempo en suspensión...

Lo conseguí.

La louve

Ecrivons sur la page Pendant que la mer dégage Si la mère enrage Elle effacera toutes les pages