Las leyes
son:
Añoranza de tiempos arcaicos,
ignorancia
de tiempos por conquistar,
repugnancia
por cambiar,
arritmias
de un sistema obsoleto.
El placer es:
La búsqueda, deliciosa expectativa,
antesala
del acontecer
en el
viaje de neuronas vivas
con desfase
por doquier.
El peligro es:
Una
amenaza sin calibrar,
un
desarreglo por aflorar,
un
capricho espacial
desde lo
alto de un precipicio diferencial.
Hace poco leí que, en el siglo XIX, la esperanza de vida en Europa era de 30 y pico años. ¡Vaya cambios hemos experimentado, cambios biológicos! ¡Cuánto misterio engulle la vida! ¡Cuánto camino ha de recorrer el caminante para abrir un nuevo telón!
Leyes: XXS; Placer: espumoso; Peligro: reflejo dudoso. Las leyes son como sujetadores de la talla inferior, el placer es poco duradero como la espuma, el peligro es una dimensión borrosa e insospechada de la realidad. Me gusta.
ResponderEliminar