lunes, 16 de junio de 2014

Desandar

Recorría distraída una y otra vez
aquel camino que dibujaste
una noche sin luna.
fui hilvanando el recuerdo
de hilo de araña
porque la seda era demasiado suave.





























Un río de tristeza desbocó por callejuelas empinadas
torrente, diluvio, agua sin bozal
que irrumpió en mi silencio.
Allí estabas fumando sin humo,
con una sonrisa blanca extraña.

Dos ojos detrás de cristales ahumados
como dos puñaladas entre ceja y ceja
el viento gemía su agonía,
la noche temía la monotonía,
y yo, sombra de una vida, aplaudía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

A vous de jouer... Les dés sont jetés.

La louve

Ecrivons sur la page Pendant que la mer dégage Si la mère enrage Elle effacera toutes les pages